AVISO IMPORTANTE

El blog es de contenido adulto, eso no significa que no haya obras para todos los públicos, que las hay. Pero en su mayoría es más fácil encontrarse con algo que sea adulto. Para ello está el apartado de "ETIQUETAS" en las que el blog se divide dependiendo de la temática de lo publicado. Es tan sencillo como que: si no te gusta algo no te maltrates a ti mismo y no lo leas. Todo comentario fuera de sitio, de mal gusto o contra mi persona será eliminado sin aviso previo.

viernes, 30 de abril de 2010

Querido Diario...


Y… esa mirada, aquellos ojos, negros, como la noche, como el cielo sin luna y sin estrellas, como cuando te has perdido… Como, cuando sientes que estás solo…

Aquella mirada me intimidaba más que nada en el mundo y sin embargo… lo amaba demasiado para apartar mis ojos, para cerrarlos, para darme media vuelta e irme… Pero no podía moverme, esos ojos me había paralizado completamente. Estábamos uno enfrente del otro mirándonos… sentía que analizaba todo lo que pensaba, cualquier cosa que pasase por i mente, que cualquier gesto iba a descubrir lo nerviosa que me sentía en aquella situación.

Por un momento, no sé cuanto tiempo pasó exactamente, me dispuse a salir corriendo de allí, escapar de esos ojos, si sin embargo fue un golpe con una mochila de alguien que pasaba por allí lo que hizo que acabara abrazada a su regazo… Él me agarró firmemente para evitar que me cayera, oí como su corazón latía tranquilo, como si no estuviera pasando nada, y notaba como el mío por el contrario parecía que iba a explotar. Y sin embargo estaba allí, me giré para ver quien me había empujado, estaba disculpándose, lo miré con una sonrisa, y se fue…

-¿Estás bien?- su voz era aún más impactante y atrayente que sus ojos, una voz suave, pero grave… melodiosa y a la vez amenazante.

-Sí…- dije tímidamente. Me giré de nuevo hacia él y antes de mirarlo a los ojos, cogí bien fuerte mi cartera y me fui…

-¿Ya te vas? Tenemos que hacer el trabajo de literatura, es más… Aún queda una clase…

Me detuve en seco… iba a irme, pero no iba a irme son terminar las clases, sin embargo la clase estaba en sentido contrario a dónde iba. Estaba confusa, no era una situación normal, ese chico tenía un poder sobre humano para mí, sus ojos… esas ojos no me los sacaba de la cabeza desde el primer día…

-¿Vamos a clase?- me preguntó. Sabía que tenía esa sonrisa en la cara, sólo por la manera en que mencionó esa pregunta, estaba sonriendo… Otra vez aquella voz me había controlado, había hecho que me parara en seco, que me replantease a dónde iba… Y ahora… él sabía que cómo otras veces le acompañaría a la clase y nos sentaríamos juntos. Me giré cabizbajo reteniendo mis lágrimas de impotencia, y nos pusimos camino a clase.

Lo amaba con toda mi alma.

Cuando llegamos a clase, nos sentamos por el final, como siempre, aquella clase era muy interesante y había bastante gente, incluso en la última fila se escuchaba bien al profesor para coger apuntes. Como siempre ambos prestábamos atención, como siempre, las chicas de clase se acercaban en el descanso para preguntarle alguna tontería, como siempre al final de la clase él se quedaba hablando con aquellas chicas mientras yo me despedía son respuesta y me alejaba hacia la salida para volver a casa.

Mientras estaba pensando en por qué no se daba cuenta que aquellas chocas sólo querían presumir de que habían hablado con él y ser más populares, oí mi nombre en una voz familiar, tardé unos segundos en tras oír por segunda vez mi nombre girarme hacia la voz y ver a una vieja amiga.

Estuvimos hablando durante algunos minutos, ella se marchó con un compañero y o retomé mi rumbo hacia el autobús para volver… Después… pensé que yo era más estúpida todavía por pensar esas cosas… A mí no me debería importar si le hacían daño, no debía importarme que fuera popular… Pero me odiaba por que sabía que sí me importaba que le hicieran daño, era el chico de intercambio, se iría al terminar el curso. ¿Por qué él? ¿Por qué alguien que viene de otra parte del mundo…? ¿Por qué era yo la que se tenía que encargar de que todo fuera bien…?

-Maldita sea…- di media vuelta, acelerado el ritmo de dirigí de nuevo a clase, lo encontré a mitad del segundo piso. Crucé la mirada de nuevo con aquellos ojos, noté como me enrojecía cuando el me nombró preguntándome que hacía allí.

Aparté la mirada, lo único que pude decir fue un “Vamos” que sonó más a culpabilidad que a orden. Sé que sonrió de nuevo y continuó bajando las escaleras tras de mí, llegamos a la parada del bus y ambos llegamos a mi casa.

-¿Por qué has vuelto a por mí? Normalmente me esperas en la parada…-

¿Por qué demonios tenía que aparecer por la espalda dándome un susto de muerte, haciendo que casi me atragante con la comida y, para colmo, hablarme tan cerca del oído? Me puso muy nerviosa, Volvía sonrojarme, y no se conformó con eso, se sentó a mi lado y no se movió hasta que le dije una respuesta. Tenía la sensación que conocía el efecto de sus ojos en mí…

Como lo odiaba…

-Eres el chico de intercambio… Estas a nuestro cargo… dentro de la universidad…- No sabía como seguir.- esto… ya sabes… y no quiero… No pedo dejar que te pierd…- Maldita sea, estaba totalmente roja, sentía que cualquier cosa que le dijera acabaría delatándome.

-¿Acaso… no quieres que vaya con las demás chicas de clase?- preguntó

-Las de más chicas de clase solo te quieren para ser populares… parece mentira que tengan 20 años…

-No me gustan las mujeres mayores que yo…

-¿Y eso a qué viene?- dime mientras terminaba el plato y lo ponía en el lavavajillas.

Cuando lo miré de nuevo… hundiéndome en aquellos ojos, adentrándome en una cueva sin salida dónde, por descontado, iba a perderme, sin rumbo, perdida en sus ojos… Lo único que consiguió sacarme de aquel éxtasis en el que me hallaba fue el que se acercara tanto a mí mientras yo totalmente sorprendida me vi encerrada entre la nevera y sus cuerpo mientras me besaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario