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jueves, 21 de abril de 2011

Hola de Nuevo, viejo amigo (parte 2)


Siguiendo con las instrucciones de Seto Croket no había elegido nada exquisito del gusto de unos reyes, simplemente uno que tuviera de todo lo necesario y estuviese bastante limpio y aseado. Esperó hasta que la recepcionista le atendiera y pidiera la llave que correspondía con la reserva, con él, Seto llevaba solamente una maleta para la ropa y su portátil, el duelo disk y su preciada baraja.

Primero colocó todo en su sitio, se dio una ducha... odiaba aquel infierno en el que se había metido... estaba empezando a odiar aquel lugar.

Pero... ya no podía dar marcha atrás, en realidad ya no quería darla, ya había llegado a ese lugar... ya no podía renunciar. Sonó el teléfono de la habitación, Seto cogió una toalla se secó un poco los pies y mientras se la anudaba a la cadera corría a coger el teléfono.

-¿Si?

-Recepción, tiene una llama del grupo que ha contratado para la excursión de mañana-

"¿Excursión?" pensó Seto...

-¿Quiere que se la desvíe a la habitación?

-Sí por favor...- dijo educadamente

-Un momento por favor...

... Durante la espera se sentó en la cama y miró a través de la ventana.

-¿Señor Kaiba, es usted?

-Sí... ¿ocurre algo?-dijo

-¿Está seguro de donde pretende ir?- aquello podría haberle parecido una burla a su persona, pero simplemente afirmó diciendo un "Sí" muy seguro.

-De acuerdo.... Debo advertirle que nadie ha salido muy bien parado de allí... y que...

-No me venga con estupideces y cuentos de hadas... su trabajo solo consiste en llevarme y traerme, sólo eso, no entre si no quiere.- No pretendía se descortés, pero simplemente no creía en esas cosas.

-Pero... Está bien... Mañana a las 8 de la mañana le guiaremos por la ciudad y después nos encaminaremos hacia El Valle de los Reyes, ¿está de acuerdo?

-¿Y no se puede ir directamente al Valle de los Reyes y dejar para otro día la visita turística?- Seto estaba siendo muy cortés, más de lo que solía ser con cualquier persona, pero aquella voz dulcemente femenina que sonaba a través del teléfono merecía ese respeto.

-De todas maneras para entrar allí debe haber bajado el Sol, ¿tiene algo mejor que hacer?-preguntó

-Muy bien... a las 8 en la puerta del Hotel "El Nilo"...

-Hasta mañana Señor Kaiba... buenas noches...-

.....

Seto colgó.

Se levantó de la cama y se acercó a la ventana, se podía ver el Nilo desde aquel hotel, algo que le hizo recordar todo lo que vivió en el Torneo de la Batalla Final (ciudad batalla en sud-América) y más tarde en aquel inesperado viaje a la memoria de...

-Otra vez... ¿cuando saldrás de mi cabeza maldito espíritu...?- Se alejó de la ventana y se puso algo más cómodo para estar por el hotel. Por una vez en mucho tiempo había olvidado los trajes de empresa y se había traído ropa normal, algunos pantalones cortos y camisetas; escogió unos pantalones negros largos y una camiseta de manga corta de color azul claro.

Tras esto, abrió el portátil y se conecto a través de la KaibaCorp para ver como estaba su hermano, tras hablar con él un poco Mokuba dijo que ya era tarde y que debía ir al colegio, Seto se despidió y miró algunas curiosidades del lugar, como museos, esculturas, arquitectura, ciudades, rutas...

Cuando pasó un rato, no se sabe cuanto exactamente, Seto es propicio a perder el tiempo delante del portátil sin saber cuanto tiempo pasó, se le hizo la hora de cenar, bajó al salón-comedor... escogió una mesa al azar y allí, tranquilo empezó a cenar...

El Sol aún no había decido levantarse cuando Seto se levantó aquella mañana, le esperaba un día largo y muy cansado, lo primero que hizo fue levantarse y mirar por la ventana, una vez observó el resplandor del Sol, se metió en el baño y se duchó recreándose un poco, al fin y al cabo... Podía decir que estaba de vacaciones; después de esto se vistió cómodo, unos vaqueros y una camisa, y bajó a desayunar, su hermano aún seguiría durmiendo.
   
Después de la hora de desayuno y de leer el periódico por internet en su portátil, decidió que lo mejor sería dejarle un correo a su hermano, de esta manera lo vería seguro, cuando empezó a ver que la gente del hotel ya estaba empezando a salir, contempló a través de la ventana a un coche que paró en frente de la puerta del hotel, entraron un par de hombres al hostal, sin embargo él seguía sumido en sus pensamientos y en si habría llegado ya la mujer de la excursión tan larga que le esperaba, de momento lo único que hacía era mirar aquel coche que seguía parado en la puerta y que despertaba la curiosidad de los demás turistas.
   
De repente el teléfono de la habitación sonó.

-"Señor Kaiba"-dijo la chica de la recepción- "tiene una llamada de su hermano Mokuba Kaiba... ¿quiere aceptarla?"
   
-Sí- dijo un tanto alarmado....
   
-"Seto"- dijo Mokuba
   
-Hola Mokuba ¿como van las cosas, no es un poco pronto para que estés levantado?-
   
-“Sí... bueno es que.... " -pensó- "es que Yugi ha venido diciendo que quiere una semana de vacaciones y que.... Dónde sería la próxima presentación que tenía que hacer que su manager se ha ido de vacaciones"
   
-¿!QUÉ!?- gritó -Sabía que no debía haber echo caso a ese idiota y no debía haberlo contratado... Dile a Yugi que mire su agenda personal en el ordenador de mi despacho y según el día que tenga que ir que se coja tantos días, pero que esté en el lugar que le toque un día antes por lo que pueda pasar.
   
-“Seto... Yugi me está preguntando que donde estás..”.- A éste se le hizo un nudo en el estómago...
-Dile que estoy en una reunión en Europa y no se cuando voy a volver... -dijo muy tranquilo y seguro de sí mismo, como siempre. Se oyó de fondo la voz de Mokuba repitiendo la frase que le había dicho él primero.
   
-"Vaya así que estás en Europa..."-
   
-Sí Mokuba lo siento por no habértelo dicho antes.
   
-"No pasa nada, debe ser muy importante... ¿no?"-
   
-Para mí sí lo es...-de pronto tocaron  a la puerta del hotel...- Mokuba ¿va todo bien por allí?
  
-"Sí, ¿es que no confías en mí?"- eso le dejó un poco extrañado a Seto
   
-Claro que sí Mokuba, solo quería asegurarme... tengo que colgar, ya hablaremos luego y contéstame al correo que te he dejado, hasta pronto...
   
-"Vale, nos vemos Seto..."- clic, clic, clic... Colgó y Seto también.
   
Se dirigió a abrir la puerta y se extrañó al ver que en la puerta estaban los dos hombres que habían entrado hace un rato al hotel le dijeron que la excursión empezaría ahora mismo si él ya se encontraba listo para partir y en cuanto apagó el portátil y lo recogió en su maletín, salió de la habitación e impaciente se dispuso a salir de allí para pasar el día lo más ameno posible y que llegara la noche lo antes posible, pero... conforme se fue dando cuenta de que quien le estaba esperando abajo en el coche era la misma mujer con la que había mantenido una conversación la pasada noche tuvo que mirar a aquella mujer dos veces antes de dirigirse al coche.
   
Era rubia casi castaña, no pasaría de metro sesenta y cinco, sus ojos eran de un marón muy oscuro; vestía con unos pastalones vaqueros muy finos bastante anchos y con una camisa de tirantes de color blanco, llevaba gafas de sol y esperaba en el asiento del conductor del coche. Desde que la vio, Seto sabía que no era de la zona, quizá del sur de Europa, España o Francia, pero desde luego no era egipcia. Uno de los dos hombres de apariencia de la zona se subió delante con ella y el otro subió al otro extremo de donde lo hizo Seto. En inglés Seto le dijo que a que venían estos dos hombres, ya que hasta ahora incluso el hotel se había comunicado con el en este idioma; pero ella se rió y le dijo que en realidad era la empresa quien le había enviado a estos dos hombres, pero que no se enteraban de nada por que solo sabían egipcio, y que no se preocupara, además le dijo que si a él le parecía más cómodo hablarían en japonés.
   
Seto siguió mirando por la ventana como si no hubiera escuchado nada y ella siguió guiándolo por la ciudad.
   
-¿Por qué vamos en coche por la cuidad?- preguntó en japonés para ponerla a prueba
   
-Simplemente para salir de la zona del hotel y entrar en la cuidad, pronto llegaremos al parking e iremos andando, espero que lleve buen calzado en paseo va a ser intenso y bastante caluroso.
   
-Espero que entienda que este paseo es innecesario y que yo solo quiero ir al Valle de los Reyes...
   
-Y yo tengo que repetirle que al lugar donde usted quiere ir solo créame que es mejor ir de noche que a plena luz del sol, asique haremos tiempo hasta entonces, ¿vale?.-hizo una pausa y lo miró de reojo  -Además de noche... es cuando la tumba del faraón sin nombre es menos peligrosa.
   
-¿Y se puede saber por qué sólo se puede ir de noche?- dijo interesado y dirigiéndole una mirada por el retrovisor a la conductora.
   
-Pues por que todo el que ha entrado, menos una persona, ha entrado de día y no ha salido con vida, así pues, confío en que podemos entrar de noche, si faraón así lo desea...
   
"Faraón... incluso en esta situación tengo que dejarme llevar por él... que bajo has caído Seto Kaiba..." pensó mientras desviaba la mirada de nuevo al cristal.
   
Al cabo de unos minutos de silencio y risas entre los dos acompañantes, que de vez en cuando la conductora les echaba unas miradas algo desafiantes, consiguió aparcar en un lugar cercano y seguro el coche y les hizo bajar a todos, lo guió por  todos los puntos importantes de la cuidad por los templos más característicos y por algunas pirámides de Gizheg, pero de una manera muy estratégica, cuando el Sol empezó a caer por el horizonte, los camellos que habían alquilado empezaron a impacientarse cuando vieron a donde habían llegado.
   
-Tranquilos...- dijo en egipcio a su camello acariciándolo- Bien señor Kaiba... aquí estamos... El Valle de los Reyes.
   
-Ya veo... así que lo tenías todo preparado...
   
-¿Qué clase de guía sería si no viéramos a lo que más le interesa al cliente?
   
-Tengo una duda... ¿por qué quieres venir a ese lugar si sabes que puedes morir en el intento?- conversaban mientras se dirigían a la puerta de la tumba en la que Seto tenía muchas ganas de entrar.
   
- Muy bien cenaremos aquí y después de reposar un rato, entraremos.- dijo la guía
   
-¿Reposar la cena?- se la quedó mirando Seto mientras le ordenaba cosas a los otros dos. -¿De dónde eres tú exactamente?- le preguntó a la guía
   
-Exactamente, exactamente... de España, ¿es que los japoneses no reposáis después de comer o cenar?-
   
-No me ha respondido a la otra pregunta, ¿por qué has decidido venir aun poniendo en riesgo tu vida?-


-Pues por que... siempre he querido ver que es lo que le ha causado la muerte a tantas personas, por qué ese tal Solomon Moto consiguió salir con vida y que fue lo que vio aquí, si de verdad encontró el tesoro de Atem...- Los acompañantes de la guía la miraron como si hubiera abierto la puerta a una maldición
  
-¿Por qué se ponen así... y... Cómo conoces el nombre de este faraón?
  
-Apareció de repente, la familia Istar vino a reclamar el nombre de la persona que yacía aquí, y aunque muchos aún no lo aceptan, muchas cosas coinciden, yo les ayudé en una ocasión, pero no me dejaron entrar ni profundizar mucho, así que ahora es cuando me toca a mí ver lo que ellos vieron.
  
-Tu también conoces a ese pirado de Marik...
  
-¿Pirado? A mi me pareció un chico muy simpático y muy aplicado. Un poco joven para mí...- y soltó una sonrisa.
  
Empezaron a comer y la conversación se paró, ellos se morían por comer, Seto comió lo justo y la guía comió un poco de todo, pero antes de eso ya llevaba medio bocadillo de jamón ibérico.
   
-¿Quiere un poco Kaiba?- le dijo la guía ofreciéndole algo del bocadillo de jamón
   
-No, gracias... ¿por cierto como se llama?
   
-Llámeme Iria- y le devolvió una sonrisa.
  
Pasó un rato de silencio y los dos hombres empezaron a temerse lo peor, empezaron a rezarle a todos los dioses y a maldecir el momento en el que fueron engañados por la guía sólo por el hecho de que iban a comer gratis, siempre hay trampa, debería haberlo sabido y demás cuando de pronto Iria se levantó y comenzó a caminar hacia dentro seguida por Seto.
   
-Seguro que sabes por donde vas... ¿no?
   
-Bueno, mis compañeros de trabajo dijeron que no, que no se fiase de mí para nada, por que soy una mujer que ha tenido que hacerse al duro mundo y construirse un buen puesto entre los hombres que se dedican a esto, hasta alcanzar una familia bastante importante para ser una mujer y dicen que eso me ha quitado feminismo, pero no se lo crea-
   
-Eso me deja más tranquilo gracias.- dijo muy irónico
   
-No se preocupes...  si hace lo que le digo... no le pasará nada.
   
-¿Como puede estar tan segura de eso?- dijo él parándose en seco.
  
-He pasado mucho tiempo recorriendo estos lugares malditos, creo saber como funcionan las cosas, y si tienes miedo, te dejas influenciar por él hasta tal punto de que te consume, es algo que en realidad no existe... y acabas muerto, aunque en realidad primero te vuelves loco- dijo muy segura
   
-¿Usted conoce al señor Moto?- dijo evitando el tema que no había terminado de entender.
   
-Sí, hablé con él de esta tumba al poco de llegar aquí y encontrar trabajo, este lugar me atrajo desde un primer momento... Aunque desde luego, no tengo la menor idea de por qué...
   
Llegaron a las sala de las serpientes que escupían agujas venenosas, pasaron por la prueba del fuego y la entrada secreta, por unos pasillos y por último por el laberinto del foso sin fondo, por aquel laberinto en el que había que pasar mostrando respeto. Seto al oír eso se mostró inseguro, pero al ver que no pasaba nada confió en ella, al terminar de aquel paseo, ella miró hacia delante y se le iluminó el rostro, por cierto ambos egipcios seguían acompañándolos, ellos se quedaron tras Seto, e Iría se adelantó hasta llegar a ponerse ante el tesoro más preciado de Faraón...
   
-Atem...- dijo en egipcio antiguo, así que Seto también entendía que decía.- Este viajero quiere ver vuestra tumba Mi Rey. Déjame que guíe a Seto hasta el lugar al cual él desea llegar...
   
Al pasar unos segundos tras el tesoro del Rey se abrió la puerta que necesitaban para entrar a la cámara funeraria de Atem, Seto no pudo contener más el asombro y le preguntó primero que dónde había aprendido aquel discurso, ella le dijo que lo había improvisado, sabía que este faraón era comprensivo y se decía de él que había sido uno de los mejores reyes que había tenido el reino y después de oír eso le preguntó que donde había oído eso y ella le contestó que lo había oído de los Istar.
  
-Por cierto... no es por meterme en asuntos que no me llaman, pero ¿por qué quería venir a ver esta tumba exactamente?
  
-Digamos que era algo que no me podía quitar de la cabeza...
   
-¿Por qué, le van las momias?- Ni si quiera se molestó en contestar, solo siguió hacia delante, tras ella, y cuando ella se giró para verificar la reacción él desvió la vista hacia otro lado... Se paró frente a él y lo miró a los ojos a eso ojos tan fríos que podías perderte como si se tratase de una tormenta glaciar...
   
-Dicen que este faraón ha vuelto hace poco y nos ha salvado a todos... ¿es cierto?
   
-¿Te creerías lo que te dijera?-
   
-Por suerte o desgracia te pareces demasiado a Seth, el hechicero fiel de faraón y su mayor rival. Creo que sí, sería capaz de creer lo que tú me dijeras.
   
-¿También crees eso? Que bien, otra pirada más...
   
-¿Por qué has vuelto si no? ¿Le echas de menos, le necesitas o simplemente...?
   
-No pienses cosas extrañas,- dijo sin mostrar nada, aunque estaba algo nervioso por dentro- Además yo soy Seto Kaiba, el dirigente de la KaibaCorp, no me tome el pelo señorita.- dijo algo impaciente así que lo dejó que siguiera adelante y sólo cuando dejó de oír los pasos le dijo:
   
-¿Satisfecho, señor empresario con mucha pasta de la KaibaCorp?

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