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sábado, 7 de abril de 2012

No volveré a ir al baño sola... (Parte II)




Después de aquel incidente en el baño con aquellas chicas, todo volvió a la relativa normalidad. Cuando volvía del trabajo a media tarde me percaté de algo muy curioso, un par de chicas cogidas de la cadera que cuchucheaban mientras me miraban, las miré un poco confusa y continué con mi rumbo. Miré de reojo un par de escaparates de las tiendas dándome cuenta de que esas chicas llevaban parte del camino siguiéndome.

Aceleré el paso y cuando me quise dar cuenta una fuerza desde atrás me empujaba a un callejón que había pasado  arrastrándome hasta el interior. ¿Nadie lo había visto? Para mi sorpresa una de ellas estaba mirándome fijamente y la otra estaba un poco más atrás, observando con una risilla cómplice.

-¿Qué queréis vosotras?

-¿Eres tú, verdad? La chica que estaba en el baño hace unas semanas en el centro comercial, planta de abajo… aseo de chicas… Fuiste la única que salió…

-¿Qué?-  ¿De verdad se habían dado cuenta de que yo estaba dentro del baño cuando ellas…? NO. Era imposible, no pudieron verme… Quizá… ¿Después? Notaba como un calor abrumador me colapsaba.

-Sí, mírala se ha puesto roja, ¿no te aparece adorable…?- la chica que estaba atrás se acercó también cogiendo mi barbilla y se acercó más- Es ella, no la olvidaría ¿Te lo pasaste bien?

-No sé de qué me estáis hablando.- Tenía que salir de otra situación así… ¿Qué demonios? Esto debía ser una broma muy pesada.

-Vamos, no te hagas la tonta, te vi entrar en el aseo y no saliste hasta que nosotras acabamos… ¿Te gustó, cómo aguantaste aquello…?- aquella chica no me soltaba la cara.

La primera chica me cogió por la cintura y me arrastró de nuevo a la calle, la que me sujetaba la barbilla se acercó a nosotras con las manos en la espalda sonreiendo como si fuéramos amigas de toda la vida ¿eso era parte de su plan?

Me llevaron a un piso en una zona bastante transitada de la ciudad y, como si nada, subimos al ascensor. Estaba muy nerviosa, a pesar de que sólo era una no podía quitármela de encima, me hablaban sobre cosas normales, y ninguna de ellas parecía estar armada. Cuando llegamos la que me sujetaba me encerró en la habitación junto con ella mientras que la otra siguió adentrándose en la casa.

-No te preocupes, no vamos a hacerte daño, esto es sólo un capricho.

-¿Qué quieres decir? Déjame irme… -

Ella parecía despreocupada, con cuidado me quitó el bolso y unas carpetas en las que tenía material del trabajo. Lo dejó todo sobre el escritorio y me miró de nuevo.

-¿Alguna vez has hecho un trío?

-¿¡Qué!? ¿Qué clase de pregunta es esa?- ahora sí que me estaba poniendo nerviosa, empecé a saturarme de información, lo único que podía pensar era en salir antes de que dos lesbianas me violaran ¿Por qué yo?

-¿Y con dos mujeres? – Hizo una pausa acercándose sinuosamente hacia mí- No te preocupes, ten en cuenta que soy una mujer y conozco tu cuerpo exactamente, vamos a pasar simplemente un buen rato…

-¡Ya está todo listo!- La voz de la otra chica llegó hasta los oído de ambas.- Voy a cerrar para que no se escape…- Ella me seguía mirando. Oía como unos pasos acelerados se acercaban y el sonido de la puerta al cerrase con llave- Listo. – Abrió la puerta con una sonrisa amplia, se acercó a la otra chica y la besó.

Aquello otra vez no. ¿No tenían suficiente con la banda sonora de la última vez para que ahora fueran a hacerlo en mi cara? Me puse muy tensa, ellas se dieron cuenta. Ambas me rodearon y me arrastraron hacia la habitación. Intenté patalear haciendo todo el contrapeso posible, aquella situación era demasiado surrealista como para creérmela… Les pedí que por favor me alejaran de sus juegos, que simplemente olvidaran lo que había pasado en el centro comercial, que me olvidaran…

-Lo siento pero… desde que saliste del aseo quise conocerte, llevaba un tiempo mirándote y me hubiera gustado violarte allí dentro, pero… no estabas… ¿dónde te escondiste?

A la habitación dónde me llevaron estaba cerrada, la chica que iba guiándome, la que estaba reparándolo todo; se adelantó entrando en la misma y se encargó de cerrar la puerta tras nosotras. Había ambiente muy cargado, ¿qué demonios era ese olor? ¿Incienso? Era un olor dulce y empalagoso, mi cuerpo se adormecía… ¿¡Me estaban drogando!?

-¿Esto era necesario?- preguntó la chica que me sujetaba.

-Vamos, juega con ella… juega con ella para mí.

-¿Estás segura de esto?- le preguntó por última vez

-Vamos, hazlo por mí.

Suspiró, después me cogió de las piernas y la espalda y suavemente me dejó caer sobre la cama, mi cuerpo estaba adormilado, tenía calor, era consciente de todo lo que pasaba pero no podía moverme. Ella me acorraló con una pierna a cada lado de mi cuerpo y me susurró al oído que no iba a hacerme nada violento. De verdad aquella chica parecía comprenderme, pero de igual manera iba a hacerlo. Qué suerte la mía…

Empezó a besarme en el cuello, desabrochó los dos botones que tenía la camisa, después me la quitó. La otra chica subió a la cama y se sentó en una esquina de la cabecera apoyada en la pared para ver todo el espectáculo. Aquella mujer me besó, pero… ¡es que me besó con pasión! Aquello empeoraba por momentos.

La otra chica empezaba a sobar a la que tenía encima hasta que ambas se quedaron en ropa interior, después continuó conmigo; me quitó el pantalón y mientras la observadora empezaba a sonreír sus primeros gemidos llegaban a mis oídos. La mujer que tenía encima se estaba excitando mientras me tocaba. ¿De verdad que esto me estaba pasando?

Cuando me quise dar cuenta mi cuerpo empezaba a reaccionar, la voz salía de mi boca sin que yo se lo ordenara, mi respiración se aceleró; aquella mujer estaba realmente disfrutando de aquello, me sonrió dulcemente mientras me volvió a besar callándome. Estábamos las tres desnudas en la habitación.

Se había hecho de noche ¿qué hora sería? Mis manos abrazaron los brazos de aquella mujer que me tocaba e inconscientemente me levanté para besarle yo mientras ella seguía masturbándome. La segunda aprovechó la situación para ponerse a mi espalda y juguetear con mis pechos, la primera nos tocaba a ambas yo estaba intentando comprender aquella escena mientras sentía como aquello provocaba un orgasmo que explotó en mi oído por parte de la chica que tenía detrás. Yo no tardé mucho más. La primera ahora estaba jugando con la segunda... Yo simplemente cerré los ojos…

Cuando me desperté vi que no había nadie en la habitación, mi ropa seguía allí y rápidamente busqué un reloj, era aun pronto. Con suerte podría ir a casa, ducharme y volver al trabajo. Me levanté pero en seguida me mareé… Tuve que ir con cuidado, me vestí torpemente y conseguí sacar mis cosas de allí e irme a casa. Me sentía sucia y cansada.

Aquella ducha simplemente me sirvió para despejarme un poco y hacer que todo rastro del efecto de aquella cosa desapareciera por completo. Cuando me senté tranquilamente a desayunar me di cuenta que tenía un papel en una de las carpetas.

“Espero que leas esto cuando estés en tu casa… Bueno, quiero disculparme por lo que pasó a noche, debido a ese ambientador erótico te quedaste dormida poco después. Pero no te preocupes no volveremos a hacerte esto, parece ser que esta investigación no le gustó mucho a mi novia, pero espero que al menos te lo hayas pasado bien ;) No creo que me vuelva a pedir cosas como estas. Lo siento mucho, no es nada personal tal como te dije fue un capricho de ella.

Gracias…. Por cierto besas muy bien, a mí sí me gustó, pero que sea un secreto…
Espero que no volvamos a vernos, ya sabes, fue un mal rato…”

-Me ha escrito una carta para disculparse… Bueno… al menos esto ha servido para algo… ¿no?- dije mientras cerraba el papel dejándolo sobre la mesa- Mierda- aquel calor volvió a mí mientras recordaba aquella escena besándola y en mi mente sonaba “A mí sí me gustó” –Joder esto tiene que ser culpa de la abstinencia… Ahora me haré lesbiana yo también… pero… ¿¡QUÉ DEMONIOS!? ¡Me han violado!

Parecía una estúpida gritando en voz baja y contestándome a mí misma las cosas que pasaban por mi cabeza, pero… Bueno, no podía mentir que me había servido de anti estrés y de “sustituto”.

-Definitivamente NUNCA iré sola al baño… ¡NUNCA MÁS!

Unos días después volví a cruzarme con ellas, sólo una de ellas se dio cuenta, la chica que me había escrito la carta, la que “me violó” fue extraño verla guiñarme un ojo y sonreírme tímidamente a escondidas para que la otra no me viera, la saludé instintivamente y sonreí. Por alguna razón no me sentía en peligro o amenazada, era más bien una sonrisa amigable.

Pero definitivamente, ahora puedo decir que prefiero las relaciones con hombres… Creo…