AVISO IMPORTANTE

El blog es de contenido adulto, eso no significa que no haya obras para todos los públicos, que las hay. Pero en su mayoría es más fácil encontrarse con algo que sea adulto. Para ello está el apartado de "ETIQUETAS" en las que el blog se divide dependiendo de la temática de lo publicado. Es tan sencillo como que: si no te gusta algo no te maltrates a ti mismo y no lo leas. Todo comentario fuera de sitio, de mal gusto o contra mi persona será eliminado sin aviso previo.

viernes, 26 de octubre de 2012

Gominolas, Sexo y Rock & Roll 8



Noah se paró en seco. Podía aguantar hasta cierto punto todo aquello, pero no entendía por qué estaba siguiendo al tipo que le había metido en su casa después de una pelea y se lo había tirado sin más. A pesar de estar a gusto con él, más o menos; aquello había tocado su orgullo seriamente, sin decir nada se giró y dio media vuelta rumbo a casa o a cualquier sitio. No había sido buena idea a fin de cuentas el haber salido ese día.

Kai no lo permitió e instintivamente salió tras él hasta que le alcanzó y lo paró poniéndose delante de él. Lo cogió por los hombros y lo miró a los ojos. Tuvo que hacer bastante fuerza para parar aquel cuerpo que huía de él, su mirada reflejaba humillación y eso mismo le dolió a Kai. Pero su propio orgullo le hizo soltarle y dejarlo marchar. Aquella noche cada uno se fue por su propio camino… Al menos por un rato.

Cuando Kai llegó a casa, a eso de las 2 de la mañana, notó un escalofrío que le recorría la espalda. Se acordó de la mirada de Noah y dando un golpe en la pared y tragándose su orgullo salió de nuevo a buscarlo.

-Joder, tengo que empezar a controlarme es tan orgullosos como yo… puede que más.

Por otra parte Noah estaba perdido entre las calles de la ciudad sin saber muy bien dónde estaba o a dónde iba. Seguía pensando en aquel intento de provocación que interpretó después de las palabras de Kai. Él lo había hecho millones de veces con las mujeres, ¿por qué le molestaba tanto ahora que lo hicieran con él? ¿Quizá por que era un hombre, por qué era Kai? Mientras miraba al suelo se le cruzó un hombre andando bastante deprisa y mirando a todas partes. Entonces miró hacia atrás deteniéndose. El otro chico también.

-Noah… ¿Cómo has llegado hasta aquí?- le preguntó Kai sorprendido mientras se acercaba rápidamente

- Yo que sé... ¿dónde estoy?- Kai no respondió primero lo abrazó

-Estás a una calle de mi casa…- dijo separándose

Eso hizo que Noah se pusiera un poco a la defensiva; notándolo, Kai se relajó y le dijo que no pensaba hacer nada si no quería, que seguía en pie la partida de billar.

-¿Qué hacías a estas horas corriendo por ahí?- Eso puso tenso a Kai. Afirmar que lo estaba buscando era algo fuerte para él… pero si decía otra cosa podía volver a la misma situación que hacía un rato asique se giró y mientras caminaba hacia el local murmuró algo tras un largo silencio debatiendo qué decir:

-Quería asegurarme que no te ibas con una cualquiera por ahí…

Noah se extrañó por esa sentencia. Claramente se le había pasado por la cabeza el seguir con su fiesta e irse con una cualquiera, pero pasó de largo por miedo a encontrarlo en los pubs. Sentía que era un punto de reunión que tenía muchas papeletas para que se encontraran. Sin embargo, después de unos segundos de reacción, le siguió y se quedó a su altura mientras iban a ese pub.

-¿Qué hora es?- dijo Kai

-Las 2.23 de la mañana…- dijo Noah mirando el móvil y percatándose de que tenía un mensaje de texto es la pantalla.

-Vaya… creo que estará cerrado… ¿Se te ocurre otro sitio?- le preguntó

-No conozco este sitio tan bien- dijo mientras terminaba de escribir un mensaje de respuesta a Al que le había mandado una foto de los carteles del concierto y les había añadido una última fecha, a demás de meterle prisa con la canción.

Kai se quedó mirando los dedos de Noah terminando de escribir en el móvil y se agradeció a sí mismo por haber salido a buscarlo. Se acercó a él y lo rodeó desde el lado izquierdo mientras veía como el mensaje se enviaba.

-¿Era algo importante?- preguntó apoyándose en el hombre de Noah

-No te acerques tanto violador… Cosas del grupo…

-Me gustaría verte tocar- dijo separándose un poco molesto por ese adjetivo que le había adjudicado. Puesto que no le contestaba continuó con una nueva propuesta. – Ya que estamos en mi casa, quieres subir a tomar algo… Estamos un poco lejos de la zona de juerga.

-¿Vas a emborracharme de nuevo?

-Oye entiendo que estés molesto pero no te pases conmigo, no estabas borracho asique eso no te vale de pretexto. No sé para qué me molesto en buscarte…

Noah advirtió ese último susurró de réplica en Kai y se sintió algo más seguro de sí mismo, en ese momento se acercó a la puerta que Kai estaba intentando abrir y fue él, esta vez, quién se le insinuó, inconscientemente a Kai.

-¿No dijiste que era por que no querías que me fuera con una cualquiera?- Kai se había descuidado y que él aprovechara esa oportunidad le molestó, pero a fin de cuentas suspiró y abriendo la puerta le invitó a subir.- Supongo que siempre puedo tirarte por una ventana…- le dijo en tono muy burlesco.

-En ese caso siempre puedo invadir tus sueños después de muerto…- dijo sonriendo alegrándose de haber cometido ese error. Noah se giró para mirar esa sonrisa que se le había dibujado en el rostro de Kai y él también sonrió. –Deberías sonreír más a menudo, estás muy sexy.- le dijo al oído mientras le adelantaba para indicarle el piso que era y abrir la puerta.

En ese momento Noah se alegró de estar detrás, incluso él se percató que aquel gesto le había hecho ruborizarse. Una vez arriba, Noah recordó a base de flashback lo que había pasado la semana pasada, y prefirió ir directamente al comedor olvidando todo aquello.

-Siéntate, estás en tu casa.- le invitó Kai- ¿qué te apetece?

-Lo que sea… pero fuerte.- Noah se estaba poniendo nervioso; sentía que quería que volviera a pasar aquello pero eso mismo le asustaba y necesitaba de nuevo pensar que estaba borracho y que sería un error por el alcohol.

-Tranquilo, la verdad me basta con estar así, juntos, no hay necesidad de nada más…

martes, 23 de octubre de 2012

Mátame (Terror/Suspense)


-Mátame, vamos sé que quieres hacerlo… adelante, ¿qué te lo impide?

Aquella chica estaba de nuevo frente a mí; una chica joven, su voz sonaba convencida de lo que me pedía. ¿Matarla? ¿Qué clase de sueño era ese…? Pero yo estaba allí, apuntándola con una pistola.

El lugar era irreconocible, simplemente un lugar oscuro, ella y yo apuntándole con un arma que no sabía ni de dónde había salido.

-Venga, sabes que deseas hacerlo, ¡mátame!

El despertador me sacó de aquella pesadilla. Su chirriante sonido a las 7 de la mañana fue una salvación y una tortura, por fin había despertado de aquella maldita pesadilla sin sentido, por otra parte me sentía tan absolutamente destrozado y cansado que hubiera preferido no despertar.

Soy oficinista en una empresa cualquiera, estoy soltero, no tengo mujer ni hijos, alguna vez tuve una relación pero nunca nada serio. Tengo 32 años y vivo para mí trabajo. No es que me ocupe mucho tiempo, pero, puede decirse que soy el tipo de persona que vive el día a día y no piensa en mucho más.

Esa misma pesadilla me seguía desde hacía unos meses. No sabía por qué, ni quién era, simplemente esa chica me ordenaba que la matase; y en el momento en el que me dejaba llevar por su petición el despertador anunciaba el final de mi sueño. Siempre igual. Por esta razón pensé que sería mejor sacar información de la muchacha hasta que, el fin de semana, sin preocuparme por el despertador pondría fin a aquella pesadilla de una vez y respetar el “ruego” de la muchacha.

No sabía si ella me pedía asustada o con total conocimiento aquella acción, pero me lo pedía convencida de que era yo quién debía matarla, sólo yo. No podía reconocer a la chica, sólo veía una figura femenina, con un color de piel claro y el cabello oscuro, su rostro estaba totalmente oculto por el flequillo e iba vestida con un camisón blanco y fino. Ella era la culpable de que me despertara tan cansado y extraño por las mañanas, ella me agotaba.

Era la presión que sufría durante el sueño: sentía que la buscaba y que sostenía la pistola totalmente rígida apuntando a su entrecejo, un disparo simple y sencillo; rápido. Si ese era su deseo… yo… ¿Qué estaba pensando? A fin de cuentas era sólo un maldito sueño, pero muy agotador y real.

Entre cabezadas de sueño en el trabajo y las largas y cansadas noches con esa pesadilla al fin llegó el viernes por la noche, por fin podría dormir tranquilamente. Apagué el despertador y enseguida me quedé dormido…

-Mátame, rápido, mátame. ¿A qué esperas? ¡HAZLO! ¿Vas a dudar ahora? Durante meses has deseado esto, ¿qué quieres, qué esperas?

-Eres sólo una niña- Era la primera vez que era consiente de que hablaba en el sueño.

-La edad no importa si has cometido un error, si deseas algo, si quieres hacer algo, simplemente tú te interpones en medio de ello.

-¿Estás segura de esto?

-¿Estás dudando? Llevo pidiéndotelo desde hace meses, no puedes traicionarme ahora, sé que tú puedes hacerlo. Mátame.

Al contrario que las otras noches, esta vez el despertador no sonó. Pude acabar tranquilo con aquel cometido. Ciertamente no sentí nada extraño, simplemente la oscuridad tapó rápidamente el cuerpo y la sangre y poco después desperté. Eran las 10 de la mañana. Seguía cansado pero sentía que me había quitado… “un muerto de encima” literalmente.

Me arreglé y desayuné para dar un paseo, me sentía un hombre completamente nuevo, libre y vivo. Mientras paseaba bajo el sol radiante me paré delante de una casa en la que había una ambulancia y un par de coches patrulla.

-No se sabe si fue un asesinato o un suicidio…

-Pobre chica…

-Sí, y pensar que iba a la clase de mi sobrina, mira ya salen.

Me quedé quieto observando aquella escena tan desagradable. Que mal comiendo de mi día de hombre nuevo…

-Mira ahí sale…

Conseguí ver una foto de algunas de las personas que estaban allí y que habían sido llamadas para reconocer a la víctima; no parecía haber ningún padre ni familiar en la escena. Cuando me fijé por curiosidad en la foto… Mi mente se aclaró, la oscuridad desapareció de mi pesadilla; era esa chica. La joven que me pedía matarla…

_______________________________________
____________________________________________________________________

Relato para †~Escribiendo la Leyenda~† en DMCForum

viernes, 19 de octubre de 2012

Gominolas, Sexo y Rock & Roll 7



Cuando se alejó lo suficiente Kai miró a Noah y miró la carta, Noah siguió esperando a que él mismo empezara una conversación ya que había sido él quién le había traído. Fue después de pedir sus platos cuando Kai habló con él.

-¿Qué te sorprende? Hace unos años yo no era muy diferente a ti. Es más tú eres el primero.

-¿El primero que qué?- dijo a la defensiva

-Te contestaré a eso si me contestas a cierta pregunta.- hubo un silencio y después Noah asintió levemente.- Eres el primero hombre por el que me siento atraído. Por eso quiero saber más de ti. Aun no me creo qué fue lo que hice… y qué desapareciste de mi casa sin darme cuenta…

-¿Y qué querías que hiciera, que me quedara hasta que te despertaras para amablemente irme guiñándote un ojo, como en un cuento de hadas?

-Hubiera estado bien…- dijo imaginándoselo

-Ni de coña…

-Bueno, entonces que hay exactamente entre esas chicas y tú- dijo mientras servía vino y hacía hueco en la mesa para que dejaran el plato de comida.

-Somos compañeros de piso. Es la cantante del grupo ene el que estoy; puesto que ella trabaja y su novio la dejó cuando se quedó embarazada la ayudé con la casa y a cuidar de la pequeña… así que soy canguro a media jornada… gratis.

-Vaya… ¿cuánto hace de eso?

-Eso ya no entra dentro de la pregunta…

-Imagina que es un juego. Tu preguntas, yo contesto y viceversa. ¿Soy el único que tiene interés en el otro?- dijo sin mirarlo directamente

-Hace unos… 9 años

-Supongo que los padres de ella también le ayudan, ¿no?

-Sí, fue ella quién le dijo que podía con ello sola y las convencí para que me dejara ayudarla.- hizo una pausa para llevarse un trozo de carne ala boca- ¿Qué hay de ti, cómo acaba un estudiante de chef en una tienda de golosinas?

-Los niños, supongo que me gustaba más dedicarme a ellos que no a la gente repipi de los restaurantes. En principio iba a trabajar aquí, pero me salió la oportunidad de trabajar en la tienda y no la pude rechazar.

-¿Por qué yo?- dijo de repente Noah nada más acabar Kai de hablar

-¿Por qué te fijaste en esa guarra que se te acercó sólo después de verme a mí mirándote fijamente?
Noah levantó una ceja mirándolo atentamente preguntándose por qué había dado ese dato no necesario. Kai sonrió y continuó explicando que era lo que había pasado.

-Esa tipa se me acercó, te estaba observando desde poco después de entrar y sin saber por qué no podía quitarte la vista de encima, cuando vi que estaba intentando ligar conmigo le dije que no me interesaba. Entonces se fijó en que te estaba mirando y fue a por ti. Cuando vi que no la rechazaste… Me molestó asique en cuanto pude te saqué fuera y quise partirte la cara… aun que no fue lo único que hice.

-Tú tampoco la hubieras rechazado si yo no hubiera aparecido.-le dijo Noah creído.

-Seguramente tienes razón. Pero cuando te vi entrar con esa chiquilla en la tienda… No tuve duda de nada.- hubo un silencio mientras bebía- Te guste o no haré que te quedes conmigo- le dijo acercándose levente a él.

Noah no supo muy bien como reaccionar. Sin darse cuenta habían terminado de cenar y como prometió le invitó, después se encaminaron sin un rumbo fijo y fue Kai quién aprovechando que estaban solos soltó un comentario provocando a Noah.

-¿Qué te parece? Sin darte cuenta estamos en nuestra primera cita.- Noah reaccionó y lo empotró contra la pared cogiéndolo del cuello.

-Ni se te ocurra ir por ahí.- le estaba amenazando, pero no era ese el efecto que surgía en Kai

-Vamos, ambos sabemos como va a acabar esto… ¿Tanto te gustó la primera vez? Lo creas o no me alagas.

Lo soltó inmediatamente y continuó andando más rápido. Lo había hecho de nuevo, sentía que le había descubierto, había recordado aquella excitación que había sentido y si no alejaba eso de su mente pasaría de nuevo lo mismo… Se negaba en rotundo.

-Asique sí que te gustó…-Noah se paró de golpe y se giró mostrando una cara realmente intimidante. Kai lo miró y avanzó hacia él- En cierto modo tenía miedo de hacerte daño- dijo mirándolo levente hacia abajo, era unos pocos centímetros más alto que Noah y después le regaló un beso en los labios.

Noah se separó rápidamente y se llevó la mano ala boca para limpiar aquel beso mientras Kai reía. Ciertamente no le había molestado, pero no estaba acostumbrado. Noah estaba empezando a asustarse de sí mismo por las reacciones que su propio cuerpo estaba empezando a sentir.

-¿Quieres ir a tomar algo?- le preguntó Kai

-¿Vas a invitarme otra vez?

-Mmm, no. Esta vez te lo pagas tú. Conozco un buen sitio para echar unas partidas al billar, ¿qué te parece?

-… ¿Tengo otra opción?

-¿Prefieres ir directamente a mi casa?- dijo girándose y mirando seductoramente a Noah a los ojos.

martes, 16 de octubre de 2012

Laismo, loismo y leismo

En muchas ocasiones los hablantes le damos una patada al diccionario sin darnos cuenta de ello hasta que ya es demasiado tarde porque forma parte de nuestro mecanismo sintáctico interno y no los localizamos como tal. OJO, que no es lo mimo que las palabras raras que decimos al hablar pero que escribimos correctamente. Me refiero, en este caso, a los casos de laismo, leis y loismo que encontramos a lo largo de todo nuestro mapa hispanohablante:

Laísmo. 1. Es el uso impropio de la(s) en función de complemento indirecto femenino, en lugar de le(s), que es la forma a la que corresponde etimológicamente ejercer esa función.
  • La norma español estándar sólo admite el uso de estas formas para dicha función: «La busqué [a Constancia] en los tres pisos» (Fuentes Constancia [Méx. 1989]). No son correctos los usos en los que la forma la funciona como complemento indirecto: «Cuando abrió la Marcelina, la dijeron: ¿Vive     aquí       Marcelina Domínguez?» (JmnzLozano Grano [Esp. 1988]); «Yo la di un beso a Josefa» (Pombo Héroe [Esp. 1983]).
Hay ocasiones en que las incorrecciones en el uso de los pronombres átonos de tercera persona no se deben a la tendencia dialectal, sino a la duda del hablante sobre el tipo de complemento, directo o indirecto, que rigen algunos verbos.
Más info AQUÍ

Leísmo. 1. Es el uso impropio de le(s) en función de complemento directo, en lugar de lo (para el masculino singular o neutro), los (para el masculino plural) y la(s) (para el femenino), que son las formas a las que corresponde etimológicamente ejercer esa función
  • La norma establece el uso de estas formas para ejercer dicha función, independientemente del género del sustantivo al que se refiere el pronombre: «Yo nunca le conté a mi madre que había visto agonizando [...] al hijo del Ferroviario»
  • Por tanto, son casos de leísmo los que le funciona como complemento directo: «Los romanos [...] solían cocinarle [el cerdo]entero» (VV. AA. Matanza [Esp. 1982]). Debido a su extensión entre hablantes cultos y escritores de prestigio, se admite el uso de le en lugar de lo en función de complemento directo cuando el referente es una persona de sexo masculino: «Tu padre no era feliz. [...] Nunca le vi alegre» 
  •  Sin embargo, el uso de les por los cuando el referente es plural no está tan extendido como cuando el referente es singular, por lo que se desaconseja en el habla culta: «Casi nunca les vi con chicas» (Vistazo [Ec.] 3.4.97). El leísmo no se admite de ningún modo en la norma culta cuando el referente es inanimado: El libro que me prestaste le leí de un tirón. Y tampoco se admite, en general, cuando el referente es una mujer: Le consideran estúpida, aunque existen algunos casos en que el leísmo femenino de persona no se considera incorrecto
Más info AQUÍ

Loísmo. 1.Es el uso impropio de lo(s) en función de complemento indirecto masculino (de persona o de cosa) o neutro (cuando el antecedente es un pronombre neutro o toda una oración), en lugar de le(s), que es la forma a la que corresponde etimológicamente ejercer esa función
  • La norma culta sólo admite el uso de estas formas para desempeñar dicha función: «Me lo encontré en la calle. Estaba muy contento» (Parra Tristán [Chile 1994]). No son aceptables en la norma culta usos en los que lo(s) funciona como complemento indirecto: « Los dije que no se movieran de aquí.
  • Algunos verbos y en ciertos contextos sintácticos, es posible que no esté claro para el hablante si el complemento verbal es directo o indirecto, lo que conduce, a un uso erróneo de los pronombres átonos de tercera persona. Como reacción ante el leísmo aparente de determinadas construcciones, se incurre, en ocasiones, en loísmo o laísmo ultracorrectos.
Más info AQUÍ

formas de los pronombres personales átonos
persona gramatical
singular
plural
1.ª pers.
me
nos
2.ª pers.
te
os*
3.ª pers.
compl. directo
masc.
lo
(también le; 
 leísmo2)
los
fem.
la
las
compl. directo o atributo
neutro
lo
compl. indirecto
le
(o se ante otro pron. átono;
 se1a)
les
(o se ante otro pron. átono;
 se1a)
forma reflexiva
se
FUENTE

Espero que os ayude un poco, en mi zona esto no es un problema y no suelo cometer estos errores, pero sé que muchos sí tenéis dudas, espero que este esquema muy resumido os ayude a aclararlo ^^


Para más información entrar en los links.
Información sacada de la página de La Real Academia de la Lengua Española.

viernes, 12 de octubre de 2012

Gominolas, Sexo y Rock & Roll 6



Cuando salieron de la tienda fue la pequeña quién atacó con una inocente pregunta a Noah que estaba totalmente perdido es sus pensamientos.

-¿No te cae bien Kai?- dijo cogiéndole del brazo

-No es eso… es sólo que no me esperaba encontrármelo tan a menudo…

-¿Tan a menudo? Pero si siempre ha trabajado en esa tienda… ¿no lo reconociste cuando lo viste?- preguntó incrédula

-Pues no…

Tras el paseo a casa Noah y Karina se fueron de compras dejando a la peque en casa con los deberes, durante la compra le preguntó si habían pasado por la tienda y si había elegido ya algo. También le preguntó por Kai y si ya se había templado la tensión. Pero Noah era muy difícil de leer cuando se quedaba callado y serio por lo que ella no pudo averiguar mucho más allá de que no le hacía gracia toparse con aquel chico.

Después de las compras Noah se fue a la habitación a seguir con la canción, preparando sus clases de guitarra y ya puestos pensar en qué iba a hacer el sábado. Cuando se iba a centrar en ese último tema lo llamaron para cenar. Noah quitaba la mesa con ayuda de Naia mientras Karina cantaba algo mientras fregaba y arreglaba la casa; la pequeña le llevó los deberes a Noah para que los revisara y los corrigiera, después marchó a dormir. Cuando Noah se aseguró de que Karina había terminado él también se marchó a su habitación a pensar que iba a hacer.

No quería volver a verlo porque seguramente acabaría igual. No tenía ninguna prueba, pero había algo entre ellos que con el mero hecho de estar cerca se atraían de esa manera. Ninguno tuvo serias heridas visibles al día siguiente, pero si sentían el dolor de los golpes. Noah se puso muy serio al recordar lo que habían hecho la noche anterior; él nunca se había acostado con un hombre, no obstante no le importó hacerlo con él… ¿Era necesidad o había algo más? ¿Por qué un hombre, por qué el tipo de la tienda de golosinas, por qué necesitaban darse de hostias para llegar a ese punto?

-¿En qué demonios estoy pensando? No soy masoca… joder. Tengo la sensación de que ese tío me contagió algo raro…

La semana fue pasando con normalidad, habían cerrado la gira de conciertos hasta principios de septiembre y el sábado noche había llegado rápidamente. Karina había llegado a casa mientras Noah se duchaba y se arreglaba. Cuando salió del baño fue bastante directo.

-No me esperéis despierto… ya llegaré.

-¿Vas a seguir rompiendo corazones?

-Dejo muy claras mis intenciones mamá, son ellas las que no lo hacen difícil.- dijo burlándose.

-Ten cuidado, hay mucha gata salvaje por ahí…

-Sí, sí, cenaré por ahí, hasta mañana.

-¿Mañana vas a venir a casa de los abuelos como siempre?- dijo Naia asomándose por el sillón viendo como Noah se iba de casa.

-Claroo…- se despidió con la mano y cerró la puerta con una sonrisa en la cara.

Tenía que encontrar un lugar dónde cenar. Cuando levantó la vista cegado por la luz de un cartel se dio cuenta que había llegado al pub dónde se había encontrado con aquel tipo de las chucherías, se giró y muy molesto se encaminó a un puesto de comida rápida para cenar. Fue cuando estaba a punto de llegar su turno que una mano en el hombro le hizo girarse.

-Al final has venido- dijo Kai con una sonrisa.- ¿Te apetece si vamos a cenar a un sitio algo más… elegante? Invito yo.

Noah realmente no quería aceptar pero en cuanto dejó un silencio pensando qué decir él le arrastró tras él, de paso podría aclarar algunas cosas mediante palabras. Pasase lo que pasase no debía permitir que aquello volviera a pasar. “Nada de peleas” se dijo convencido de que eso era lo que le provocaba.

Llegaron a un restaurante, el lugar era conocido y tenía fama de ser algo caro, no obstante él parecía conocer el sitio y en seguida les atendieron y les dieron una mesa. Se sentaron y uno de los cocineros se acercó a hablar con él mientras Noah miraba la carta.

-¡Kai! Madre mía que de tiempo, pensaba que no ibas a venir al restaurante.

-Claro que sí hombre, lo que pasa es que venir sólo queda poco estético, por fin he convencido a un amigo para venir.

-Hola, encantado, soy amigo de Kai, nos conocimos mientras estudiábamos para chef.- el muchacho se había presentado por sí mismo, Noah bajó la carta y se puso en pie para estrechar la mano.

-Él es Noah, nos conocimos hace un tiempo, es un cliente de la tienda.- No tubo más opción que aceptar ese hecho.

-Encantado- dijo fingiendo una sonrisa afable.

-Veo que sigues soltero- dijo el chef- Bueno por si te interesa por aquí tenemos unas chicas muy monas… Yo no tengo la culpa de que vengan a pedir trabajo hombres guapos…

-Tú y tu debilidad por los hombres… No te preocupes hombre. Y gracias, pero de momento me va bien.

-Cuando a todos tus niños les salgan caries  y tengas que cerrar te dejaré un hueco en la cocina

-¡Gracias!- le dijo con una amplia sonrisa

Aquella broma entre esos dos amigos hizo que por algún motivo no le pareciera tan mala idea de haber ido a cenar con él; había tenido la oportunidad de conocerlo como era más allá de su relación con él, lo que le sorprendió fue que no contara nada de su experiencia con hombres, que hablara como si fuera totalmente hetero.

martes, 9 de octubre de 2012

Queísmo y DeQueísmo

A) El QUEÍSMO: 

Veamos primero algunos ejemplos correctos e incorrectos de oraciones:
1. Estaba seguro de que Pedro había venido.
2. *Estaba seguro que Pedro había venido. 
CORRECTOS
INCORRECTOS
Me alegro de que vengas
Me alegro que vengas
Tengo la duda de que venga Pedro
Tengo la duda que venga Pedro
Me di cuenta de que venía Pedro
Me di cuenta que venía Pedro
Me olvidé de que tenía que ir a clase
Me olvidé que tenía que ir a clase
Tengo la impresión de que Pedro vendrá
Tengo la impresión que Pedro vendrá
Me alegré a pesar de que Pedro vino
Me alegré a pesar que Pedro vino
Me convencí de que Pedro debía venir
Me convencí que Pedro debía venir

Seguro es un adjetivo y como tal exige una construcción de un complemento de adjetivo con la preposición de; por tanto, es correcta la frase 1.

Este fenómeno por el que no se incluye la preposición de cuando es necesario se llama queísmo, y es lo contrario de otro que después estudiaremos: El Dequeísmo


Como puedes ver, el queísmo es un fenómeno que puede aparecer con los siguientes tipos de palabras:
  1. Con verbos como alegrarse, acordarse, enterarse, convencer, depender...
  2. Con adjetivos como seguro.
  3. Con sustantivos como impresión, duda, cuenta.



B) El DEQUEÍSMO:

El dequeísmo consiste en usar la preposición de delante de la conjunción que cuando sintácticamente aquella no es exigida: 
  1. Pienso que Julio me quiere mucho. 
  2. *Pienso de que Julio me quiere mucho. 
La Proposición es una oración sin sentido completo que sólo tiene valor dentro de una oración.

He aquí oraciones con proposiciones:

  • Pedro me dijo que me quería (la proposición desempeña la función de complemento directo)
  • Pedro se acordó de traerme el libro (la proposición es complemento suplemento)
  • Luisa confiaba en que yo vendría pronto (también es complemento suplemento)
  • Mi amigo opinaba que aquello era correcto (complemento directo) 
El problema se presenta en oraciones complejas (en las que un elemento es una proposición que se une al verbo principal mediante "que").

TRUCO DEL ALMENDRUCO: 

Sustituimos la proposición subordinada con QUE por un pronombre personal, demostrativo o por un sintagma nominal.


Veamos algunos casos:
  •  Pedro se acordó de traerme el libro: Pedro se acordó de eso.
    Observa que en este caso no podemos decir: *Pedro se acordó eso, sino Pedro se acordó de eso.
    Hemos tenido que incluir ante eso la preposición de. En este caso el uso de "de" es obligatorio. Por tanto no es un caso de dequeísmo. 
  • Estoy seguro de que Pedro vendrá a la fiesta.
    La proposición es que Pedro vendrá a la fiesta. Sustituimos la proposición por eso: Estoy seguro de eso. Estoy seguro de su venida. En este caso hemos sustituido la proposición por un sintagma nominal. Incorrecto sería: *Estoy seguro su venida.

FUENTE: Apoyolingua -> Gramática -> Queísmo y Dequeísmo

viernes, 5 de octubre de 2012

Gominolas, Sexo y Rock & Roll 5



-No gracias, quiera o no después tu madre me obligara a comerme las que no os comáis vosotras…

-¿También hace pasteles para cumpleaños?- preguntó Karina

-Sí, sobre todo de golosinas pero también tenemos pastel normal. Todo casero.- respondió el dependiente.

-Kai, ¿ha venido mi madre hoy?- entró un niño exhausto y le preguntó.

-No, aun no.

-Vale, entonces ¿me das una de esas bolsas? Toma esta vez es para compartir con unos amigos…

-Aun así se lo diré.

-Kai eres un royo…

-Hazle caso, ella lo hace por tu bien. Comer de esto todos los días no es bueno…

-Sí ya lo se…- dijo cogiendo la bolsa y saliendo por la puerta corriendo.

-Bueno,- dijo Karina retomando la conversación- ¿cuánto es?

Noah se había quedado con aquel nombre, Kai; aun no sabía por qué pero su mente lo había guardado cuidadosamente en su mente. Tras pagar se despidió de las chicas y le disparó rápidamente un “hasta otra, Noah” antes de salir. Se giró un poco y se despidió mientras Naia se había adelantado comiendo de la bolsa Karina se acercó a él preguntándole por el dependiente.

-¿Y de qué lo conoces…?- dijo dándole golpecitos en el brazo

-Lo conocí el sábado.

-¿Dónde?

-… En un pub.

-Pues para haber sido eso había un poco de tensión…

-¿Desde cuándo me interrogas?- dijo indiferente

-Desde que conoces a chicos tan monos, además ¿has visto como se porta con los niños? Es super tierno…

Ahí no pudo decir nada, claramente él también lo había visto y al mismo tiempo se preguntaba por qué no podría haber sido así también con él… al menos mientras… Noah agachó la cabeza y se recompuso un poco para no pensar en aquello

-Aun así no te lo recomiendo, por lo que he visto es un picaflor-

-¿Cómo tú?- le dijo Karina

-Oye no te pases…

-¿Eso significa que anoche estabas con alguien importante…?

-No lo sé.- dijo en un suspiro. Después recapacitó y tanto ella como él se dieron cuenta que no habían sido las mejores palabras para explicarlo.

-¿Entonces te gusta?

-Déjalo ya, Karina, no voy a dejar que me saques información…

El resto del camino Noah lo pasó en silencio y pensando en algunas de sus reacciones, no podía ser verdad que él trabajara en la tiendo de golosinas que más le gustaba a Naia, no podía ser que él fuera el tipo violento con el que se había acostado la noche anterior… aunque el físico y él mismo se había corroborado como que le conocían, además le había invitado a ir de nuevo otra noche y reunirse allí.

Cuando llegaron Karina se puso a hacer la merienda y a ayudar a Naia con los deberes mientras Noah se encerraba en la habitación para seguir componiendo y que no le molestara la televisión. Debía resguardarse entre los pensamientos de la música antes que ese hombre se llevara una atención que no merecía.

La semana pasó sin apenas darse cuenta, fue el viernes cuando tras salir del cole por la tarde ella volvió a insistir en ir a la tienda, y a regaña dientes Noah tuvo que acceder.

-¿Qué vas a comprar? Tu madre me matará si te compro golosinas

-No quiero golosinas, ¿no lo oíste? ¡Hacen tartas! Mamá me ha dicho que puedo elegir la que yo quiera y que ella se pasará cuando pueda para ver cual quiero y hablarlo.

-Queda un mes para tu cumpleaños…

-Es que mamá me ha dejado invitar a mis amigas del cole, asique quiero una tarta. Además este será el primer cumple en el que mamá me ha dicho que estará toda la fiesta porque cae sábado.

-Está bien… anda entra…

Tras mirar los catálogos cuidadosamente ella eligió una, chocolate, galletas y unas figurillas de la serie de infancia más popular del momento.

-¿A cuantos piensas invitar? Esa tarta es enorme…- dijo Noah viendo las medidas

-No lo sé… a 10 o 15 amigas, más tú, mamá y el grupo. Además quiero que me cantéis unas canciones, nadie se cree que mamá cante en un grupo.

-… De todas maneras ella pasará otro día para ver cual ha elegido y ya lo hablará contigo, asique aun no hay nada seguro- Por primera vez Noah le habló de tú a tú con naturalidad a Kai. Obviamente se dio cuenta; ambos lo hicieron.