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jueves, 3 de enero de 2013

Ha sido muy divertido... (FanFic Underdog - Noiry)



-¿De qué te ríes ahora?

-Acabo de recordar lo molesto que te pusiste cuando dejé que esa chica se acercara a Dog para que le salvara... Fue muy divertido.

-¿Y a qué viene eso ahora? Pensé que ya había quedado claro que hiciste trampa.

-¡Oh! Todavía estás molesto. Vamos sólo fue un capricho, no fue para tanto. Me pregunto cómo le irá 
después del lío que él sólo montó…

-Claramente y gracias a ti, debe seguir vivo, ¿no?

Dios, de nuevo molesto, se levantó de aquel asiento y tras decir aquello se fue de aquel parque en el que a él y a Muerte les gustaba pararse de vez en cuando y jugar al ajedrez. Muerte siguió sus movimientos con la mirada y lo observó mientras, sin rumbo fijo, se dirigía a algún lugar reviviendo en sus recuerdos aquella conversación que le había recordado a su compañero.

Muerte sonrió levente al observar como herido Dios seguía alejándose sin pensar por un momento en dar marcha a atrás; él también se levantó y lo siguió rápidamente hasta que entre los árboles lo lanzó hacia la frondosidad y se quedó frente a él evitando que pudiera seguir avanzando.

-¿Qué haces?- le dijo aun molesto y esperando, serio y calmado, una explicación a ese comportamiento.

-No puedes seguir enfadado por aquello siempre, fue simplemente un gesto rebelde, que por cierto, le dio mucha más vivacidad y diversión al asunto.

-Por tu parte quizá, él casi la mata.- cruzó sus brazos y a pesar de estar molesto seguía hablando tranquilamente.

-Qué exageración, era normal después de lo que ella le dijo… Creo que ya es hora de ir olvidando eso, no sabía que fueras tan rencoroso.- Muerte inclinó un poco la cabeza y cerró los ojos como si no fue importante, sin embargo hizo que Dios si se molestara más.

-Se acabó. No tengo por qué aguantar esto, sabes perfectamente que eso no está en las normas, él debía morir, ¿qué hubiera pasado si no hubiera parado hasta asfixiarla? Déjame marchar no voy a seguir con esto.
Dios se encaminó frente a Muerte hasta que éste lo detuvo de nuevo cuando pasó a su lado, lo miró a los ojos con una mirada totalmente diferente, desafiándolo y con una media sonrisa en los labios que no le dio muy buena espina al primero.

-¿Qué?- dijo de nuevo mientras observaba a su opresor con aquel rostro.

-A veces me es difícil recordar lo fácil qué es que llegues a este extremo, te queda muy sexy- dijo mientras caminaba para acercarse a él y éste a su vez retrocedía nervioso imaginándose que estaba en un “pequeño” aprieto.

-Estamos en un parque, Muerte contrólate, hay niños.

-De verdad crees que eso va a detenerme, no nos verá nadie. No siempre y cuando no queramos…

Aquel árbol que le detuvo el paso a Dios mientras retrocedía fue la oportunidad que Muerte aprovechó para pegarse a él y mirarlo a aquellos ojos. Ciertamente nadie se había percatado de que estaban en el parque jugando al ajedrez, nadie había oído ni una sola palabra de lo que dijeron, nadie sabía que ellos, nadie sabía que Dios y Muerte estaban allí, tan cerca de tanta gente.

Muerte lo acorraló apoyándose también en aquel árbol con el ante brazo izquierdo mientras que su mano derecha palpaba la entrepierna de su víctima. Dios bajó su mirada hasta aquella mano intrusa y, con desesperación y torpeza necesitó mucha ayuda para quitar la mano que se aferraba con más fuerza cuando él intentaba quitarla.

-Este tipo de comportamiento por tu parte me hace pensar que te gustaría que fuera un poco más violento…

-Quita esa mano, no voy a perdonarte aquello por mucho que hagas o intentes.- dijo intentando apartar aquella mano del botón del pantalón.

-Deberías disfrutar un poco de ti mismo…- le dijo susurrándole al oído mientras metía su mano a través de su ropa para tocar directamente su pene. –Conozco tus gustos no te pongas tan exquisito.

-Cállate.- decía dando por perdida la resistencia y mientras sujetaba la mano derecha de Muerte su izquierda baja intercalándose entre la mano quieta y relajada de Dios. Su cuerpo hacía tope con el tronco para sujetar a su presa en medio, lo que a su vez hizo que la mano derecha de la presa se aferrara a la cadera de Muerte.

Segundos después, Muerte pasó a besar el cuello de Dios a la par que desnudarlo apoyándose en el árbol y dejando sus manos libres haciendo fuerza con su propio cuerpo para que él no escapara; estaba preparando su terreno. Fue entonces cuando se alejó un poco de él para contemplar su figura desnuda mientras jadeaba apoyado en el tronco.

Cuando se dio cuenta de cómo Muerte lo miraba lo desafió con un gesto provocador a la par que desafiante que terminó por encender el deseo de Muerte, que avanzó hacia él y en el instante en el que Dios parpadeó Muerte estaba mostrando aquel cuerpo desnudo rodeándolo con los brazos y mordisqueándole la oreja.

-Disfrutas viéndome sufrir… ¿verdad?- le susurró Dios entre jadeos

-¿Sufrir?- sonrió Muerte al escuchar eso. – No creo que esto sea un castigo para ti.

-No puedes hacerme esto cada vez que te plazca-

-No veo quejas por tu parte.- Dios se dispuso a rebatir aquello cuando Muerte cerró su boca con la suya, vio como Dios cerraba los ojos dejándose llevar por aquel beso tan profundo, Muerte también deseó sentir aquella lengua juguetona. De pronto sintió como los brazos de Dios se aferraban fuertemente a su espalda y como una de ellas se entrelazaba con su cabello. Miró de nuevo separándose lentamente de Dios y vio aquel rostro deseoso de más. En ese momento Dios también miró a Muerte y lo acercó a él susurrándole que quería más.

Decidió entonces que era momento de seducirlo hasta que no pudiera resistirlo más, Muerte lamió el cuerpo de Dios pasando por el cuello, el pecho y bajando hasta arrodillarse ante su miembro. Al instante comenzó a succionar haciendo que su presa se inclinara y pusiera sus manos en su cabeza mientras gemía incontrolado de placer. Muerte miraba de vez en cuando los gestos que su acompañante le mostraba, estaba excitado, perdido en aquellas sensaciones.  Decidió subir de nuevo y continuar masturbándole mientras besaba y lamía su torso y pecho; observó cómo se apoyaba en el tronco del árbol respirando muy fuerte, excitado, nervioso y sin soltar el cuerpo de su observador.

Ver a Dios así fue suficiente para que Muerte dejara de tocarlo para pasar al siguiente paso. Dio rienda suelta a su  deseo por aquel cuerpo que tenía frente a él, Dios se abrazó a Muerte por el cuello y cuando Muerte cogió uno de sus muslos simplemente levantó sus piernas, estaba ansioso, ambos los estaban, daba igual las veces, daba igual cuantas veces le hiciera lo mismo no podía evitar caer de nuevo en ese juego. Muerte sonreía mientras observaba los gestos y las muecas que Dios hacía sin ser consciente, dejándose llevar por el placer carnal.

Llegó un momento en el que el deseo de Dios le hizo aferrarse muy fuerte a uno de los brazos de Muerte y a su cabello mientras se lanzaba a los labios del mismo para callar aquel orgasmo que explotaba en un millón de sensaciones mientras Muerte seguía con aquellas embestidas para que el placer de ambos fuera máximo con una intensidad aún mayor.

Dios se quedó abrazado a Muerte durante bastante tiempo hasta que consiguió relajarse, después de eso simplemente se vistió y observó de nuevo a Muerte mirándolo atentamente.

-No creas que he cambiado de idea con respecto a lo de antes… pero tengo que reconocer que es cierto, fue una buena elección a fin de cuentas.

-Sí, tal como te he dicho, ha sido muy divertido…

-¿Ha sido…?

Muerte comenzó a andar, ya vestido, alejándose de la frondosidad de los árboles y volviendo al mundo normal, Dios le siguió rápidamente y le preguntó a qué se refería con ello.

-A eso mismo…

-Estaba todo planeado… - dijo dándose cuenta de todo

-No, ¿cómo puedes pensar algo así de mí?

-Otra vez… Eso no cuela conmigo, lo tenías planeado…

Muerte paró en seco y se giró para ver como Dios llegaba a su lado, lo cogió por la espalda y besó sus labios suavemente una última vez.

-Sí, así es…